jueves, 16 de octubre de 2008

Felix Mendelssohn





El fragmento de la Obra “Sueño de una noche de Verano”, la ‘Marcha Nupcial’, se ha convertido en una de las piezas musicales más populares de la Historia de la Música.

Ahora bien, lo que pocos saben es que esa marcha forma parte de la primera gran pieza que Félix Mendelsshon compuso cuando sólo tenía 17 años.

A partir de entonces, el compositor alemán dejó de ser un niño prodigio para convertirse en un prodigioso y prestigioso músico romántico del siglo XIX .

Otro aspecto casi desconocido de este gran músico, es que era hijo de una familia judía que se convirtió al cristianismo protestante. Mendelssohn sería no solo un prodigioso compositor sino también un devoto creyente. Junto a Johann Sebastián Bach y George Frederic Haendel constituyen la cúspide de la expresión musical protestante clásica.

Lo tuvo todo a sus pies para convertirse en uno de los mejores (si no el mejor) compositores románticos del siglo XIX: una educación exquisita del más alto nivel, una familia culta y preocupada por la educación y un talento desbordante.

Félix Mendelssohn-Bartholdy nació en Hamburgo en 1809 .

Se sentó por primera vez ante un piano con tres años. Su madre fue la verdadera artífice de que ni al pequeño Mendelssohn ni a su hermana les faltaran los mejores profesores y las mejores influencias musicales posibles.

En el caso del compositor alemán, esa preparación dio resultados con creces porque a los nueve años dio su primer concierto y a los 17 ya había compuesto su primera gran obra: Sueño de una noche de verano.

Una de las piezas que la componen, La Marcha Nupcial, se ha convertido en una de las más populares de la Historia de la Música.

Fue en ese momento cuando Mendelssohn dejó de ser un niño prodigio para convertirse en un músico renombrado y reclamado por los círculos más cultos y elitistas del país. Porque Mendelssohn no descuidó nunca su formación humanista y aunque no paró de tocar todos los palos en cuanto a música se refiere, siempre estuvo rodeado de escritores, filósofos y pastores y renombrados artistas. Un claro ejemplo de ello es su amistad con el autor de Las desventuras del joven Werter, Wolfgang Goethe.

Su extensa cultura fue la razón principal por la que se le encomendó la dirección de la obra La pasión según San Mateo de Johann Sebastian Bach, por quien el compositor sentía una gran admiración. De hecho, peleó contra viento y marea para reavivar la obra de Bach que no le causó pocos problemas.

Pero el alemán siempre sintió verdadera pasión por la educación musical y a ello se dedicó durante varios años, compaginándolo con su producción musical. Tanto que, junto a Robert Schumann, con quien le unía una profunda amistad, fundó el Conservatorio de Leipzig en 1842. Su compañero de proyecto le definió como «el Mozart del siglo XIX, el músico más claro, el primero que ha sabido ver y conciliar las contradicciones de toda una época».

Mendelssohn recorrió en conciertos toda Europa, fue un autor prolífico y dio al mundo de la música una sensibilidad, espontaneidad y delicadeza extraordinarias a través de sus obras.Sin embargo, la muerte le llegó en su mejor momento personal y profesional, cuando sólo tenía 38 años, en 1847, en la ciudad de Leipzig.

Fanny, su hermana Fanny y Félix recibieron la misma formación musical y cultural delicada y extensa, y ambos dieron al mundo importantes obras. Sin embargo, a pesar de que Fanny se convirtió en una compositora importante y excelente, lo cierto es que el talento de Félix la eclipsó. No por ello dejaron su relación, más bien al contrario. Mientras vivieron dieron conciertos juntos y mantenían una relación profesional y personal muy activa. Tanto es así que cuando Fanny murió en marzo de 1847, el compositor alemán cayó en una profunda depresión que, unida a su precaria salud, le provocó la muerte ocho meses después.

Al escritor alemán Goethe le conoció a través de uno de sus profesores, Carl Friedrich Zelter. Con el escritor alemán mantuvo una excelente relación, al igual que con el pianista Chopin.Aunque se le conoce sencillamente como Félix Mendelssohn, su nombre completo era Jacob Ludwig Félix Mendelssohn-Bartholdy. Provenía de una familia de banqueros judíos convertidos al cristianismo y que gozaba de gran prestigio en Alemania. Su abuelo fue el gran filósofo Mosses Mendelssohn.

Mendelssohn fue uno de los músicos más valorados en vida. No se le conoce por sus óperas porque se dedicó en exclusiva a la composición instrumental. Sin embargo, en 1827 terminó la única ópera de su carrera artística que le supuso un importante éxito: Las bodas de Camacho. Viajó por toda Europa no sólo para dar a conocer su música, sino para aprender de la que se hacía en otros países. Italia fue uno de sus lugares predilectos. Desde niño la cultura italiana le sedujo de forma importante. Una de las obras producto de sus viajes por el Viejo Continente son La sinfonía escocesa y Las hébridas.

Sus obras más destacadas son La leyenda de la bella Melusina y Ruy Blas, Las Romanzas sin palabras y los Conciertos para piano en sí bemol menor y re menor. Sin embargo, para la crítica, su obra cumbre y maestra es Concierto para violín y orquesta en mí menor del que la especialista Izaskun Carbajo dice que es “la espina dorsal de la realidad de Mendelssohn”.

Desde luego, el alemán cosechó en vida cuantos éxitos y reconocimientos puede obtener un músico, que no son pocos. Fue el director de orquesta preferido por la familia real británica, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Leizpig, y afamado profesor.Cuando escuches la Marcha nupcial que inunda una Iglesia coronando la entrada de una novia, acuérdate de este hermano, Felix Mendelssohn, un gran músico y fiel testimonio de un buen cristiano.

Fuentes: El Aula del Mundo y otras

bY LeMS

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